martes, 8 de mayo de 2018

LA HISTORIA DEL ARTE

La Historia del arte es una rama de las ciencias sociales que estudia la evolución del arte a través del tiempo.
Prehistoria:

El arte prehistórico es el que desarrolló el ser humano desde el paleolítico superior hasta el neolítico, periodos donde surgieron las primeras manifestaciones que se pueden considerar como artísticas.
En el paleolítico, el hombre se dedicaba a la caza y vivía en cuevas, elaborando la llamada pintura rupestre.
Durante el neolítico, se vuelve sedentario y se dedica a la agricultura, con sociedades cada vez más complejas en las que tiene más importancia la religión, como se puede observar en los monumentos megalíticos, e inicia la producción de piezas de artesanía.
Representadas como esculturas, aparecen unas exuberantes figuras femeninas de piedra en una exaltación artística de la fertilidad; son las venus prehistóricas », como la Venus de Willendorf y la Venus de Lespugue.
A partir del siglo V a.c, en el último periodo de la edad del hierro, los celtas desarrollaron la cultura de La Tène, propagándose por toda Europa; representó una evolución del arte de la cultura de Hallstatt.
El arte ibérico es el arte que se desarrolló en la Península Ibérica de forma coetánea a la cultura de La Tène, principalmente en Andalucía y en la zona de levante y, en menor medida, a la Meseta Central y el sur de Francia.
La arquitectura se basaba en los muros adovelados, realizando arcos y bóvedas falsas por aproximación de hiladas. Las ciudades se acostumbraban a construir en acrópolis, como Azaila, Ullastret y Olèrdola. La escultura se desarrolló notablemente, destacando las «damas», como la Dama de Elche y la Dama de Guardamar.
Historia del arte en la antigüedad:
El arte egipcio era intensamente religioso y simbólico. Destacan en arquitectura las mastabas, las pirámides y los hipogeos, como los de la Necrópolis de Giza y la Valle de los Reyes. La escultura y la pintura muestran la figura humana de forma realista, aunque hay un exceso de hieratismo y esquematismo debido a la rigidez de sus cánones simbólicos de su religión.
El arte mesopotámico se desarrolló en la zona comprendida entre los ríos Tigris y Éufrates, donde se fueron sucediendo diversas culturas, como la de los sumerios , los acadios , los asirios y los persas. Dentro del arquitectura destacan los zigurats , unos grandes templos de forma escalonada y piramidal.
En cuanto a la escultura, se desarrolló en talla exenta o relieve, en escenas religiosas, de caza y militares, con la presencia de figuras humanas y animales reales o mitológicos.
En la Antigua Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que marcaron la evolución del arte en Occidente. Tras unos inicios de esplendor de las culturas minoica y micénica, el arte griego se desarrolló en tres grandes periodos: el arcaico, el clásico y el helenístico.
En la arquitectura, son bien representativos los templos, que presentan tres órdenes constructivos diferenciados: el dórico, el jónico y el corintio. Destaca especialmente el conjunto de la Acrópolis de Atenas.
En escultura predominó la representación del cuerpo humano, con una evolución desde formas iniciales más rígidas y esquemáticas, pasando
por el naturalismo del periodo clásico -con la obra de Miró, Fidias y Policleto , hasta el recargamiento y la sinuosidad del periodo hel · lenístic.
Aristóteles describe ya técnicas intelectuales como la oratoria, y distingue entre las artes que hacían posible una educación liberal como la gramática, la lógica, la retórica o la geometría, y las que implicaban el trabajo con las manos y, por tanto, eran «serviles y por debajo de la dignidad de un caballero.
El arte romano, con el arte etrusco de precedente, recibió la influencia del arte griego. Gracias a la expansión del Imperio Romano, el arte clásico grecorromano llegó a casi todos los rincones de Europa, norte de África y el Oriente Próximo , fijando las bases del arte occidental.
En la arquitectura civil destacarón grandes ingenieros y constructores que construyeron carreteras, puentes, acueductos y otras obras urbanísticas, así como templos, palacios, teatros, anfiteatros, circos, términos y arcos de triunfo.
La escultura, inspirada en la griega, se centra igualmente en la figura humana -aunque con más realismo- sin que les importara mostrar defectos que eran ignorados por la idealizada escultura griega. La pintura es conocida sobre todo por los restos encontrados en Pompeya y destaca especialmente la técnica del mosaico.
El arte paleocristiano es el resultado de la aparición del cristianismo y se generó a lo largo del Imperio. Adquirió estatus oficial tras la conversión al cristianismo del emperador Constantino.
El arte paleocristiano reinterpretó tanto las formas clásicas como las judías, para servir como vehículo de expresión de la nueva religión oficial, aunque se produjo una atomización de estilos por zonas geográficas.
Como tipología de la arquitectura paleocristiana, destaca la basílica, mientras que en la escultura prevalecen los sarcófagos y también como en la época romana la pintura y el mosaico.
El arte prerrománico está constituido por varios estilos desarrollados en Europa a partir de la caída del Imperio Romano; este estilo perduró aproximadamente hasta el año 1000.
La fusión de la cultura clásica con la de los nuevos pobladores de origen germánico generó las diversas nacionalidades que conformarón el continente europeo. Se engloban en esta fase varios estilos de un marcado carácter regional, desde el arte visigótico y de los otros pueblos germánicos, el arte celta especialmente en las Islas Británicas y el arte vikingo, pasando por el arte asturiano, el arte carolingio y el arte otomano.
La música tiene su propia historia. La obra de Boecio (480 – 525), De instituciones música, extendió su influencia durante la alta edad media. El papa Gregorio I (540 – 604), junto otros papas anteriores o posteriores (a pesar de que la tradición sólo lo señala a él), renovó el canto litúrgico.
El documento ordinaria romaní encontrado en el monasterio de Saint Gail en un manuscrito del siglo IX, describe el ceremonial romano desde el siglo VI hasta el IX , y en él se atribuye al conjunto de papas, encabezados por el citado Gregorio I, haber organizado el ciclo de cantos para todo el año.
El llamado canto gregoriano, fue así, el primer conjunto sistemático de música y el preludio de la notación musical actual.
Edad media
El arte románico representó el primer estilo de la cultura europea occidental de carácter internacional, con una identidad plenamente consolidada tras la transformación del latín en las lenguas vernáculas.
De carácter eminentemente religioso, casi todo el arte románico está dirigido a la exaltación y divulgación del cristianismo. La arquitectura destaca por el uso de la bóveda de cañón y el arco de medio punto, iniciándose la construcción de grandes catedrales y monasterios, que continuará durante el gótico.
La escultura se desarrolló principalmente en el marco arquitectónico; era de carácter religioso, con figuras esquematizadas, sin realismo, de un signo simbólico.
Las muestras más interesantes de imaginería medieval fueron de dos tipos: el Cristo Majestad y la Virgen con el Niño, que se crearon principalmente en los valles de los Pirineos. La pintura es preferentemente mural, también de signo religioso y con figuras esquemáticas.
El arte gótico se desarrolló entre los siglos XII y XVI, una época de una gran expansión económica y cultural. La arquitectura sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras, más dinámicas y con un mejor análisis estructural que permitió hacer edificios más estilizados, con más aberturas y, por tanto, una mejor iluminación.
Aparecieron nuevas tipologías como el arco ojival , la bóveda de crucería , y la utilización de contrafuertes y arbotantes que permitían sostener mejor la estructura del edificio, haciendo posible interiores más amplios, decorados con vitrales y rosetones.
El retablo fue el soporte para la pintura narrativa y la escultura lució de manera destacada en las portadas de las catedrales y, además de relevos, se realizaron imágenes exentas a los parteluces y dentro de hornacinas.
Edad moderna:
Autorretrato 1498 (aceite, 52 x 41 cm) de Alberto Durero (Museo del Prado , Madrid ). Durero fue el primer artista que se autorretrató; antes de él nadie no consideró que la misma figura fuera lo suficientemente interesante para ser pintada.
El renacimiento fue una época de gran esplendor cultural en Europa; la religión dejó paso a una concepción más científica del hombre y el universo, y surgió el humanismo.
Los nuevos descubrimientos geográficos hicieron que la civilización europea se expandiera por todos los continentes, y la invención de la imprenta supuso una universalización más importante de la cultura. Durante el Trecento, en Italia, las alusiones de Dante a Cimabue y Giotto, o las de Petrarca a Simone Martini constituyen el preludio del renacimiento.
El arte se inspira en el clasicismo grecorromano, por lo que se habla de un renacimiento» artístico tras el oscurantismo medieval. Inspirado en la naturaleza, surgen nuevos modelos de representación, como el uso de la perspectiva.
La arquitectura recuperó los modelos clásicos, vueltos a elaborar con un concepto más naturalista y con bases científicas; destacan Filippo Brunelleschi, Leon Battista Alberti y Bramante. La escultura buscó igualmente la idealizada perfección del clasicismo, como se observa en la obra de Lorenzo Ghiberti, Donatello o Juan de Juni.
El manierismo representó la evolución de las formas renacentistas; se abandonó la naturaleza como fuente de inspiración para buscar un tono más emotivo y expresivo, cobrando importancia la interpretación subjetiva que el artista hace de la obra de arte.
La arquitectura adquiere un signo más efectista y equilibrado, y cabe destacar la obra de Andrea Palladio y Miguel Ángel. En escultura, sobresale Miguel Ángel, con unas obras de un gran dinamismo donde resalta la expresión de la persona representada; también cabe citar Benvenuto Cellini y Giambologna.
La pintura tiene un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la forma sinuosa y estilizada, destacando en primer lugar -como en las otras artes- Miguel Ángel, con artistas como Bronzino, Correggio, Tiziano, Tintoretto y El Greco.
El barroco fue una época de grandes disputas en el terreno político y religioso. Surgió una división entre los países católicos contrareformistas, donde se afianza el estado absolutista, y los países protestantes, de signo más parlamentario.
El arte se volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con unas formas más dinámicas y efectistas, con gusto por el sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los efectos teatrales.
La arquitectura, bajo unas líneas clásicas, asumió unas formas más dinámicas, con una exuberante decoración; destacan artistas como Gian Lorenzo Bernini o Francesco Borromini.
La escultura adquirió el mismo carácter dinámico, sinuoso, expresivo y ornamental; destaca también Bernini, y en la escultura religiosa, Pedro de Mena y Francisco Salzillo.
La pintura se desarrolló en dos tendencias contrapuestas: el naturalismo y el clasicismo. El naturalismo se basa en una estricta realidad natural, con el gusto por el claroscuro el llamado tenebrismo, con Caravaggio y Georges de La Tour como líderes.
El clasicismo, es también realista pero con un concepto de la realidad más intelectual e idealizada; sobresalen Annibale Carracci, Nicolas Poussin y Claudio de Lorena. Aparte de estas dos corrientes, hubo infinidad de escuelas, estilos y autores de signo muy diverso, pero destacan dos escuelas regionales: la flamenca, con Rubens, Van Dyck , y la holandesa con Rembrandt y Johannes Vermeer.
En España sobresale la figura de Velázquez, así como José de Ribera, Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo.
El rococó se desarrolló durante el siglo XVIII. Es un estilo con un gran sentido de la decoración y el gusto por el ornamento, llevados a un paroxismo de riqueza, sofisticación y elegancia. La arquitectura rococó asentó sobre todo en Francia y Alemania.
La escultura presenta un aire grácil, refinado, como se aprecia en la obra de Jean Antoine Houdon; la pintura, muestra la exaltación religiosa o el paisajismo vedutista (en Italia), las escenas cortesanas de Watteau y Fragonard (en Francia), pasando por el cultivo del retrato de Joshua Reynolds y Thomas Gainsborough (Inglaterra).
Francisco de Goya en sus comienzos practicó un cierto estilo rococó que fue evolucionando hasta el romanticismo.
El neoclasicismo, tras la Revolución francesa, representa el apogeo de la burguesía y favoreció el resurgimiento de las formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del barroco y el rococó, que se identificaban con la aristocracia.
La arquitectura neoclásica pasa a ser más racional, de signo funcional y un cierto aire utópico. La escultura, con el correspondiente referente del arte grecorromano, tuvo como principales figuras, Antonio Canova y Bertel Thorvaldsen.
La pintura, por su parte, mantuvo un sello austero y equilibrado; en este campo, cabe destacar Jacques Louis David e Ingres.
Edad contemporánea
En el terreno del arte, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, se inicia una evolución de los estilos de un gran dinamismo.
Cronológicamente, se suceden cada vez con más rapidez, en un proceso que culminará en el siglo XX con una atomización de estilos y corrientes que conviven y se contraponen, se influyen y se enfrentan.
Siglo XIX
La arquitectura decimonónica evolucionó muy intensamente debido a los avances técnicos que acompañaron a la Revolución Industrial; la incorporación de nuevos materiales, como el hierro y el hormigón, permitieron la construcción de estructuras más sólidas y diáfanas.
Estilísticamente, la primera mitad de siglo se caracterizó por un cierto eclecticismo de las formas, así como un retoñar los estilos precedentes que se reinterpreta a partir de concepciones más modernas. Es el llamado historicismo, que produjo movimientos como el neorrománico, el neogótico o el neobarroco, entre otros.
A finales de siglo surgió el modernismo, que supuso una gran revolución en el terreno del diseño, con personalidades como Víctor Huerta, Otto Wagner, Antoni Gaudí, Lluís Domènech Montaner y Josep Puig Cadafalch.
El romanticismo fue un movimiento de una profunda renovación en todos los géneros artísticos. Los románticos poner especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la fantasía y el sentimiento.
En el campo de la pintura, después de una fase prerromántica con artistas como William Blake y Johann Heinrich Füssli, destacaron Eugène Delacroix, Théodore Géricault, John Constable y Joseph Mallord William Turner. Una derivación del romanticismo fue el movimiento alemán del natzarenisme.
El realismo surgió a partir de mediados de siglo. Fue una tendencia que puso énfasis en la realidad, en la descripción del mundo circundante, especialmente de obreros y campesinos situados en el nuevo contexto de la era industrial.
El movimiento iba acompañado de un cierto componente de denuncia social, ligado a movimientos políticos como el socialismo utópico. En pintura, destacan Camille Corot, Gustave Courbet, Jean-François Millet, Honoré Daumier y Mariano Fortuny.
En Gran Bretaña surgió la escuela de los prerrafaelitas, que se inspiraban -como su nombre indica- en los pintores italianos anteriores a Rafael Sanzi, así como en la fotografía, un invento revolucionario.
El impresionismo fue un movimiento profundamente innovador, que supuso una ruptura con el arte académico y una transformación del lenguaje artístico, iniciando el camino hacia los movimientos de vanguardia.
Los artistas se inspiraban en la naturaleza, de la que pretendían captar una impresión visual, la plasmación de un instante en el lienzo por influjo de la fotografía, con una técnica de una pincelada suelta y tonos claros y luminosos.
Se puede mencionar como principales representantes: Édouard Manet el precursor, Claude Monet, Camille Pissarro, Pierre Auguste Renoir y Edgar Degas. En la escultura fueron igual de renovadoras las aportaciones de Auguste Rodin que creó las bases de la escultura del siglo XX.
En el neoimpresionismo , estilo que deriva del impresionismo, artistas como Georges Seurat y Paul Signac se preocupaban más de los fenómenos ópticos y crearon la técnica del puntillismo.
En el postimpresionismo, artistas como Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin, Paul Cézanne, Vincent Van Gogh y Joaquín Sorolla, partieron de los nuevos hallazgos técnicas realizadas por los impresionistas, pero las reinterpretaron de una manera muy personal, y abrieron diferentes vías de desarrollo que serían muy importantes en la evolución del arte del siglo XX.
Siglo XX
En el siglo XX, el arte vive una gran transformación, ya que en una sociedad materialista, más consumista, la expresión artística se dirige a los sentidos y no al intelecto. Igualmente, es especialmente relevante el concepto de moda , una combinación entre la rapidez de las comunicaciones y el aspecto consumista de la civilización actual.
Las últimas tendencias artísticas pierden el interés en el objeto artístico; el arte tradicional era un arte centrado en el objeto, y el actual atiende al concepto. Hay una revalorización del arte activo, de la acción, de la manifestación espontánea, efímera, no comercial; dos ejemplos los encontramos en el arte conceptual, videoarte, fluxus y el happening.
En este siglo se pueden distinguir dos grandes movimientos: las vanguardias y el arte posmoderno.
La arquitectura sufrió una profunda transformación en todos los ámbitos, desde las formas tradicionales hasta los movimientos de vanguardia.
Este cambio supuso un nuevo concepto constructivo basado en una concepción más racional del espacio, que se estructura de una forma más depurada y funcional, con una especial atención en las nuevas tecnologías y en su ubicación medioambiental.
La principal tendencia artística fue el racionalismo, representado fundamentalmente por la Escuela de la Bauhaus. Entre los arquitectos más destacados sobresalen Ludwig Mies van der Rohe, Le Corbusier, Josep Lluís Sert, Oscar Niemeyer, Alvar Aalto, Rafael Moneo y Norman Foster.
La vanguardia fue un primer gran movimiento dentro del cual se incluyen estilos como el fauvismo, el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el dadaísmo, el surrealismo y el arte abstracto.
El fauvismo supuso una experimentación en el terreno del color que es tratado de una manera subjetiva y personal. El expresionismo, impulsado especialmente por grupos como Die Brücke y Der Blaue Reiter, nació como una reacción al impresionismo.
Se produce un predominio de la expresión de la vida interior por encima de la impresión de la realidad; buscando una temática personal se cultiva el gusto por todo lo que es fantástico.
El cubismo búsqueda organizar la visión simultánea de objetos dentro de una trama geométrica y con una gama de colores fríos; también hay que destacar la aparición del collage. Una de las principales figuras de este movimiento fue Pablo Picasso.
El futurismo fue un movimiento italiano que exaltaba los valores del progreso técnico e industrial. Y el dadaísmo, apareció como una reacción a los desastres de la Primera Guerra Mundial; personalidades como Hans Arp y Marcel Duchamp se cuestionaron los temas y las técnicas artísticas tradicionales y experimentaron con materiales nuevos, como los ready made.
El surrealismo impuso la fantasía, el mundo de los sueños, mostrando el inconsciente del artista. Entre los artistas surrealistas sobresalen Salvador Dalí, Max Ernst, Joan Miró y Henry Moore.
Con el arte abstracto, iniciado por Wassily Kandinsky, se deja de lado el aspecto real, la imitación de la naturaleza, para centrarse en la expresividad del artista, mediante formas y colores que evitan cualquier componente referencial.
El llamado constructivismo fue un estilo comprometido políticamente que nació en la Rusia revolucionaria; generó una serie de obras abstractas con una tendencia a la modelación geométrica.
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Últimas tendencias
A mediados del siglo XX apareció el informalismo, estilo de unas tendencias basadas en la expresividad del artista que renunciaba a cualquier aspecto racional del arte.
A los Estados Unidos se desarrolló el expresionismo abstracto con la utilización de la técnica del dripping o el goteo de pintura realizado con varios objetos; en contra de este movimiento surgió el pop art, de inspiración popular y que tomaba imágenes del mundo de la publicidad.
El minimalismo supuso un proceso de desmaterialización, con obras de carácter abstracto y de una marcada simplicidad; como reacción, apareció el hiperrealismo, con una visión exagerada de la realidad que formalmente presentaba un aspecto casi fotográfico.
El arte conceptual (happening, fluxus, performance) se centra en el proceso mental de la creación artística, basándose en la afirmación de que el arte se debe a la idea y no al objeto. Incluye tendencias como el arte povera, el body art con el cuerpo humano como apoyo, el land art utiliza la misma naturaleza en las obras y el bioarte usa técnicas biológicas.
El arte posmoderno es la oposición al llamado arte moderno, y asume el fracaso como proyecto moderno de los movimientos de vanguardia. Es el arte autorreferencial, el arte por el arte que no pretende ninguna tarea social. Finalmente, se puede añadir el estilo del neoexpresionismo entre los que se destaca el artista mallorquín, Miquel Barce.

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