¿Es la Historia del Arte una
ciencia?
La
Historia del Arte clasifica la información acerca del trabajo
artístico de los hombres y sistematiza estos conocimientos organizándolos según
los periodos históricos, regiones geográficas, aspectos sociales, técnicas
artísticas y estilos así es que si tenemos en cuenta que se considera ciencia a
un sistema organizado de conocimientos y los métodos requeridos para la
obtención de los mismos entonces si podemos decir que la
Historia del Arte es una ciencia aunque esta depende
enormemente de otras disciplinas para conformar este sistema de clasificación y
conservación de las obras que conforman el patrimonio artístico de las
naciones.
La historia del Arte se ubica dentro de
las ciencias sociales que son las que centran su estudio en la
actividad del hombre como parte de un colectivo humano civilizado. El objeto de
estas ciencias es conocer las causas y las consecuencias de los comportamientos
humanos tanto desde una perspectiva individual como social y el resultado que
emana de estos comportamientos en cuyo caso especifico de la historia del arte
son los objetos artísticos dejados por el hombre en todo el amplio rango y
diversidad en el que se agrupan y clasifican los mismos.
¿Cuándo comenzó el
estudio de la Historia del Arte?
La
historia del arte comenzó como disciplina académica al final del siglo XVIII con
la creación de los primeros museos obteniendo un gran impulso en Europa al
finalizar el siglo XIX con estudios serios hechos por autores cuyo trabajo
pavimento el camino para los especialistas en arte del siglo XX pero el estudio
de la historia del arte tiene precedentes que datan de la antigüedad.
Empíricamente y a lo largo de la historia ha habido
diversas personas como filósofos, artistas, historiadores, figuras religiosas e
inclusive Reyes y emperadores que han escrito sobre lo que observan en su
entorno en relación al desarrollo del arte y la apreciación de las obras que la
humanidad ha realizado. Ellos trataron de organizar de cierta forma una
clasificación al mismo tiempo que diligentemente trataron de salvaguardar estas
obras de arte. Un ejemplo lo tenemos en el escritor, arquitecto y pintor
italiano Giorgio Vasari en la época del renacimiento y otros que contribuyeron
a salvaguardar el patrimonio artístico y la valiosa información del contexto
histórico en el que los artistas crearon sus obras.
También hay que mencionar que si aún existen muchas de
estas obras es gracias al esfuerzo de individuos cuyas colecciones preservaron
por amor al arte pero también porque vislumbraron el valor monetario como
inversión económica. Los mecenas contribuyeron a crear financieramente las
obras de arte sosteniendo económicamente a los artistas pero al mismo tiempo
contribuyeron a que sus obras se preservaran en buenas condiciones físicas y
aun en muchos casos con la información necesaria acerca de estas obras.
Hay muchísimos ejemplos de estos mecenas de las
artes, pero mencionare algunos como por ejemplo Jean I de Berry en Francia
gracias al cual hoy podemos disfrutar de codiciados manuscritos de la época,
los cuales después de su muerte se conservaron en las colecciones del Príncipe
de Orleans; amante del arte y coleccionista el mismo, en su palacio Chantilly,
hoy museo, donde se conservan aproximadamente 800 pinturas, 2500 grabados y
3000 libros y manuscritos.
Hay otro importante mecenas el emperador Qianlong en
China que fue un gran coleccionista y adquirió el mismo gran parte de las
“Grandes colecciones” de China por cualquier medio necesario, reintegrando
estos tesoros en la colección imperial a la que prodigaba sus esfuerzos y
atención como curador, recopilando cuidadosamente pinturas raras y
antigüedades, utilizo un equipo de asesores culturales que lo ayudaban. A
veces, Qianlong presionó o incluso obligo a ricos cortesanos a darle objetos de
arte de valor señalando fallas en su trabajo, las que podrían ser disculpadas
si hicieran un cierto “regalo”, o persuadiendo a los orgullosos propietarios de
esas piezas que sólo las paredes de la “ciudad prohibida” y sus guardianes
ofrecerían la seguridad y protección contra robo o incendio. Estas tácticas no
son exclusivas de Qianlong puesto que muchos reyes y personalidades adineradas
a lo largo de la historia de la humanidad acumularon gran cantidad de obras de
arte comprándolas o por otros métodos no tan claros o legítimos.
Las catedrales y las iglesias como los dueños de
muchas obras de arte importantes habían logrado mantenerlos de ser saqueados o
destruidos, tanto como les fue posible gracias a lo cual hoy se pueden aun
apreciar importantes manuscritos y parafernalia eclesiástica que datan de los
periodos Bizantinos, Románico, Gótico y Renacentista. Otros cultos religiosos
como el budismo han logrado preservar las importantes obras de arte a pesar de
las guerras, invasión y enjuiciamiento de sus creencias religiosas, como lo
hicieron con la asombrosa colección que monjes budistas guardaron escondida en
el desierto de Gobi y se descubrió luego de un milenio en el anonimato.
Sin embargo cabe señalar que la historia del arte no
consiguió tener la misma relevancia, desde el punto de vista geográfico o
social en todos los países al unísono desde su formación, principalmente debido
a razones sociales, históricas y políticas. El apogeo del estudio de la
Historia del Arte comenzó en Europa y luego en los últimos 60 años también en Estados
Unidos, no siendo hasta mediados del siglo XX que este interés en el estudio
del arte se extensión a América Latina.
Otras regiones como Asia, África y
Australia relativamente reciente en términos históricos se han incorporado
también al estudio y desarrollo del arte en sus regiones con el respaldo de
instituciones como la UNESCO. Estas
naciones que están aun en los albores en su empeño por implementar la historia
del arte como guía científica están acometiendo esta tarea basado en la
compilación de la valiosa información que se ha venido reuniendo y
desarrollando en las naciones que primariamente promocionaron esta importante
tarea de clasificación. Basado en la documentación científica de
la historia del arte se orienta eficazmente este trabajo pero también
basado en los propios objetos de arte que han quedado para la posteridad.
El cumulo de conocimientos que se especifican en estas
clasificaciones del arte por periodos históricos, tendencias y estilos
artísticos así como las técnicas en que se elaboran las mismas no constituyen
por el hecho de ser académicas una promulgación de clasificaciones asentadas y
concluidas ya que constantemente gracias a los estudios multidisciplinarios y
las modernas técnicas científicas son objeto constante de cambio, ajustes,
re-especificaciones y adiciones.
La era de la tecnología digital ha
ayudado a llevar estos conocimientos a todas las naciones y las grandes masas
creando nuevas categorías en estos estudios como el papel de la mujer en el
arte, el arte vernáculo y otras tantas las que seguirán incorporándose según se
considere necesario. Desde su creación los museos y galerías de arte que
heredaron estas colecciones de una forma u otra desarrollan una labor que ha
sido de invaluable ayuda para el estudio, clasificación y
conservación del arte en toda la extensión y rango que este
conlleva.
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